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Diferencias entre Astenia Primaveral y Cansancio Crónico

¿Qué es el cansancio o fatiga crónica?

El cansancio o fatiga es una situación habitual y transitoria, que puede experimentarse tras la realización de ejercicio físico, intelectual o tras estar sometidos a situaciones de estrés y que desaparece con el descanso.

En cambio, en los casos de fatiga crónica, la persona experimenta una sensación de cansancio extrema que dura al menos 6 meses.

Su estado empeora con el ejercicio físico y no mejora por completo con el descanso.

¿Qué diferencia el cansancio crónico de la astenia primaveral?

El cansancio crónico supone una fatiga de larga duración, independiente de la estación del año en la que nos encontremos.

Sin embargo, las personas que sufren astenia les cuesta adaptarse al cambio del invierno a la primavera, ya que van habiendo más horas de luz al día y aumentan las temperaturas.

Para saber más sobre la astenia, pincha aquí

Causas que dan lugar a la fatiga crónica

Las causas de la fatiga crónica pueden ser una combinación de los siguientes factores:

  • Genética. El síndrome de fatiga crónica aparentemente es hereditario en algunas familias, por lo que algunas personas pueden nacer con una mayor probabilidad de desarrollar el trastorno.
  • Infecciones. Algunas personas desarrollan síntomas del síndrome de fatiga crónica tras recuperarse de una infección viral o bacteriana.
  • Trauma físico o emocional. Algunas personas han indicado que tuvieron una lesión, una cirugía o estrés emocional significativo poco antes de que comenzaran los síntomas.
  • Problemas con el uso de la energía. Algunas personas con síndrome de fatiga crónica tienen problemas para convertir el combustible del cuerpo, principalmente grasas y azúcares, en energía.

Factores de riesgo del cansancio crónico

Existen algunos aspectos que pueden aumentar la probabilidad de sufrir cansancio crónico:

  • Edad. El síndrome de fatiga crónica afecta con más frecuencia a adultos jóvenes y de mediana edad.
  • Sexo. Las mujeres son diagnosticadas con síndrome de fatiga crónica con mucha más frecuencia que los hombres, pero puede ser que las mujeres simplemente tengan más probabilidades de informar sus síntomas al médico.
  • Otros problemas médicos. Las personas con antecedentes de otros problemas médicos complejos, como fibromialgia o síndrome de taquicardia postural ortostática, pueden tener mayor probabilidad de presentar el síndrome de fatiga crónica.

Fatiga crónica y Covid persistente

La mayoría de las personas que contraen la enfermedad por coronavirus (COVID-19) se recupera en unas semanas. Pero algunas personas, incluso aquellas que se enfermaron levemente, pueden seguir teniendo síntomas por mucho tiempo después de la recuperación inicial. En ocasiones, a estos problemas de salud persistentes se los llama síndrome pos-COVID-19, afecciones pos-COVID-19, COVID-19 persistente, síndrome crónico de COVID-19 y secuelas agudas de la infección por el virus SARS-CoV-2.

Entre los síntomas del covid persistente empeoran con el ejercicio físico, entre los que está la fatiga. Por tanto puede que exista una relación entre el covid persistente y el cansancio crónico.

Tratamiento del cansancio o fatiga crónica

Medidas que se recomienda adoptar

  • Seguir una dieta equilibrada: disminuir el aporte de grasas en la dieta y aumentar el consumo de verduras, frutas y hortalizas
  • Beber suficiente agua
  • Abandonar el consumo de tabaco o alcohol
  • Planificar el día a día y descansar, siempre que sea posible, para recuperar energía. Se recomienda dormir entre 6 y 8 horas.
  • Práctica de ejercicio físico moderado
  • Realizar actividades relajantes

Suplementos alimenticios

Se pueden acompañar las medidas citadas anteriormente de suplementos alimenticios, que complementen los hábitos saludables.

Estos suplementos contienen plantas medicinales como:

  • Ginseng: estimula el sistema nervioso, aumentando la resistencia natural al estrés. También muestra un efecto recuperador en casos de agotamiento físico y psicológico.
  • Jalea real: mejora el rendimiento físico y mental.
  • Vitaminas del grupo B: contribuyen a disminuir la fatiga y a mejorar el estado de ánimo.

¿Sabías qué…? El ginseng rojo puede mejorar la capacidad sexual ya que actúa sobre el torrente sanguíneo estimulando la irrigación de sangre en la zona genital.

Aquí te presentamos algunos de nuestros favoritos:

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